Devolviendo un libroo {Orube} ~

-En serio -dijo riendo, divertida con la situación.

—Yo no se, como de buena enemiga puedo ser—Dije pensativa.—No he tenido muchos enemigos, que se diga

-No me sorprende, eres demasiado simpática como para tenerlos -argumenta.

—Gracias, tú también lo eres—Le conteste

-Pero los tengo -se encogió de hombros, tampoco eran personas que le preocuparan mucho.

—¿En serio? ¿Qué son, los chicos eso que me dijistes que tubiera cuidado?—Le pregunte

-Ellos se podrían considerar como unos, pero no. No son ellos. Más bien son los Slytherin -dice, calma.

—Ah, es verdad, por lo de tu sangre, que mal—Dije haciendo una mueca de molestia

-Igual tampoco es algo que me moleste mucho. Cinco años acá ya me han hecho casi inmune a sus insultos -explica.

—Vaya, yo ni en cinco años, me haria inmune, seguro que a la primera de cambio, ya estaría soltando alguna grosería—Dije riendo

-Simplemente te acostumbras. Te repiten lo mismo siempre y terminas por acostumbrándote -se encoge de hombros.

—Espero tener algún día esa paciencia.—Le respondí

-Todos la tenemos, solo que a veces llega a su límite y pues, explotas -dice.

—Pues la mia explota en seguida.—Murmure

-La mía igual. Varias veces ha explotado con Potter, algunas con los Slytherin pero busco mantener más tiempo el autocontrol -murmura.

—Vaya, ¿Cuanto tiempo ha sido el máximo que ha aguantado tu autocontrol?—Le pregunte

-Una semana como mucho -murmura, pensativa.

—Vaya aguante. Espero tenerlo algún día—Le dije maravillada

-Créeme, en Hogwarts aprendes a aguantar así -murmura riendo.

—Vamos, que en Hogwarts, no solo te enseñan a controlar tu magia, sino que también tu autocontrol.—Dije riendo—Es genial

-En realidad no lo hacen los profesores, sino los mismos alumnos, te ayudan con el autocontrol -dice riendo.

—Genial, por fin un profesor al que le puedo llamar de tu—Dije riendo

-Claro, y puedes insultarlos, hacerles bromas... Me encantan esos profesores -bromea, riendo entre dientes.

—Y a mi, ya que no te quitan puntos.—Conteste