La luna llena en compañia

Habia llegado corriendo a mi SC tenia al menos media hora o unos quince minutos mientras la enfermera revisaba a Remus, dias antes le habia pedido de la pocion para las heridas, por que temia que no saldria sin al menos un rasgullo, claro esta que temia que me atacara, pero confiaba que Remus llevara su cadena la cual tenia un hechizo para no romperse y cuando se transformara la trajera, porque yo llevaba la mia.

Llegue al sauce boxeador y toque el nudo, entre con cuidado, me resbale una vez pero aun asi pude llegar a la casa subi al segundo piso, sabiendo que el no estaria ahi y guarde mi ropa y una que le habia llevado a el, me transforme y me quede esperandolo.

Despues de una exhaustiva revision de Madame Pomfrey me dijo que estaba en buen estado, algo que ya sabía. Me recordó volver cuando terminara mi transformación, lo que también sabía. Se ofreció a acompañarme al Sauce pero lo rechazé, ¡Como si fuera mi primera transformación!

Salí a los jardines y miré hacia el cielo. Ya faltaba muy poco para que saliera la luna, asi que sería mejor que me apresurara. Me dirigí al arbol e ingresé al tunel despues de apretar el nudo, sabía que probablemente mis amigos no vendrían, estaban castigados para variar

Mientras caminaba hacia la Casa no pude evitar llevarme la mano al cuello, al dije que me había regalado Nathalie. Una vez dentro, en el recibidor de la vieja casa, suspiré. Pronto comenzaría, sería mejor quitarme la ropa o terminaria semi-desnudo de nuevo.

Pude saber que estaba en la casa por que el tenia un olor especial, como lobo todos esos aspectos se amplificaban, intente que mis ansias no me ganaran, queria salir corriendo hacia abajo pero si el me veria antes de que se transformara podia ser que me obligara a salir.

Suspire y me quede recostada en mi forma de loba en la cama donde habia sido nuestra primera vez, me hice bolita, esperando.

Me saqué la playera, comenzaba a sentirme acalorado. Mi respiración comenzó a irregularse. Tambien me saqué el pantalon y los zapatos y, antes de cualquier cosa los escondí en el túnel, sabía que si el licantropo los encontraba probablemente los destruiría para no aburrirse.

Descalzo y en ropa interior me acerqué a la tapiada ventana. Miré hacia el cielo, pero la luna aun no salía. De nuevo me llevé la mano al cuello, mientras pensaba en Nathalie, en sus ojos, su sonrisa, su risa, su cuerpo...

El movimiento de una nube me distrajo, y mis ojos cruzaron una mirada con la blanca perla redonda que iluminaba el cielo. De inmediato mis pupilas brillaron, retrocedi un poco para situarme en el centro de la habitación mientras sentía todo burbujeando en mi interior.

Mi garganta soltó un fuerte gemido de dolor cuando comencé a sentir mi espina dorsal rompiendose, caí al suelo de rodillas con el rostro contraído de dolor

Estaba a punto de dormirme cuando escuche el grito de dolor, corri para ir a ayudarlo, pero me detuve en las escaleras y suspire, ahora era loba y tenia que tener paciencia, me regrese pero con una impotencia, deseaba estar a su lado, abrazarle pero tendria que esperar a que se transformara.

Pero escucharlo quejarse me mataba.

Me pareció escuchar ruidos en la parte de arriba de la casa, pero seguramente solo habia sido mi propio dolor haciendo eco. Me puse en cuatro puntos, boqueando, buscando aire con los ojos cerrados.

Gruñí un poco mientras mi espina se reacomodaba, pero otro fuerte grito de dolor se escapó cuando fueron las costillas las que comenzaron a romperse, deformarse, expandiendose y estirando mi piel dolorosamente

Abrí los ojos, mirando mis uñas crecer de forma alarmante. Los cerré nuevamente para que un aullido nada disimulado rugiera desde lo mas profundo de mi ser

La loba temblaba, no podia estar ahi sin hacer nada, pero sin embargo asi se quedo debia esperar a que el se terminara de transformar para estar seguro que el la dejaria entrar a la manada que tenia con sus amigos, por ahora ella queria estar con el, solo esperaba que no sucediera nada malo.

Con mis uñas convertidas practicamente en garras, azoté ambas manos contra el piso mientras el pelo comenzaba a crecer por todos lados. Aun estaba consiente, sabia que mi razón era lo último que perdía y eso lo hacia peor, pues el dolor lo recordaba claramente durante mis pesadillas

Una de mis manos se levantó y me rasguñó el pecho semi-convertido, causandome otro gemido de dolor. No dolía tanto como mis costillas ahora, pero cuando terminara la noche arderían como el demonio. Auch... Creo que tendre nuevas heridas este mes ._.

Con otro aullido me incorporé, sentía mi rostro cambiando, mutilando. No me faltaba mucho

La pequeña loba blanca no soporto, demasiado humana aun como para dejar al hombre que amaba solo, se paro en la entrada en la sala donde el se suponia estaba, se asomo en el instante en que el se rasguñaba el pecho, a ella se le estrujo el corazon, la loba se tento en volver a ser humana pero sabia que ya era tarde.

Y no pudo evitarlo, tenia miedo, de que el lobo no la reconociera. Aun asi se sento en la entrada, muriendose por correr y abrazarle.

Bajé la cabeza, sintiendo aun mi cuerpo estirandose para darle forma a ese ser mounstroso que era en realidad. Gruñí entre dientes, sintiendo una presencia cerca de mi, pero era imposible. Abrí los ojos, mirando el piso, convertido ya casi por completo en un poderoso licántropo adulto. Solo faltaba la parte final, y la que mas dolía, al menos interiormente: El fin de mi razón
Practicamente sentía como de repente mi mente se adormecía y los chicos solían decirme que en ese momento algo en mis ojos se apagaba, no sabría explicarlo. Era como quedarse dormido de una manera muy incomoda...


El licántropo se estremeció, sintiendose dueño de si mismo. Lanzó un poderoso aullido, levantando el rostro hacia el techo, mientras apretaba con fuerza sus manos

La loba miraba al lobo, con admiracion y con una ternura infinita, el amor humano que sentia por el estaba ahi, mas presente que nunca,

El licántropo dejó caer la cabeza, respirando agitadamente. Se dejó caer en el piso de la casa, agotado. Sus ojos vagaron por la habitación, hasta que a su nariz llegó un extraño olor dulce.

Giró el rostro hacia la puerta de la sala, gruñendo por lo bajo.

La loba retrocedio al momento que el gruño, ladio la cabeza mirandolo curiosa como si se tratase de algo que nunca habia visto algo, solo esperaba que la pocion que habia tomado para seguir sus instintos funcionara, por ahora lo hacia.

La loba le temia a ese lobo, era distinto a ella, hasta mas grande, en ese instante Nathalie dormia y la pequeña loba blanca, era demasiado inocente para creer que el le haria daño, y algo muy dentro de ella, se lo decia.

El licantropo se incorporó con rapidez, mirando a la loba blanca que lo miraba con curiosidad. Peló los dientes cuando no la reconoció, no se parecía a los animales que normalmente lo acompañaban.

Se acercó lentamente, casi acechando, sin apartar la mirada de la loba

Dio otro dos pasos atras y se volvio a sentar, la loba tomaba precauciones, al parecer ese lugar era de el, volvio a ladiar la cabeza observandolo, no hizo nada mas que eso.

Se detuvo, observando a la loba. Sus ojos amarillezcos vagaron por la forma un poco parecida a la de él, pero mas pequeña, mucho mas. Finalmente pareció decidir que no era una amenaza, asi que le dio la espalda con indiferencia, mirando la habitación

Miró un armario semi-destruido. Tenía un muy vago recuerdo que eso habia sido divertido la última vez que estuvo ahí, asi que se avalanzó con velocidad sobre el, rasgándolo sin piedad y soltando algunos gruñidos bajos mientras la madera volaba por todos lados

La loba curiosa como era, camino detras del lobo y se hizo a un lado antes de que una madera cayera en el justo lugar donde ella estaba, le mira, tirandose al piso, no entendia que le veia divertido a eso.

Estuvo un rato destrozando a coz limpia el armario. Mordía con destreza cada pedazo que saltaba y usaba sus garras para sacar volando mas madera.

Sintió a la loba detrás de él, pero la ignoró. Mientras no se acercara demasiado no tenía porque lastimarla...eso o si el armario se tornaba aburrido. Hacia mucho que no cazaba algo vivo, desde esa vez que habia intentado comerse a la rata

Tomó con fuerza lo que quedaba de puerta del armario y la arrancó, sacandola volando hasta el otro lado de la habitación

La loba gruño cuando el lanzo la puerta, estaba aburrida, asi que se acerco y le empujo levemente para que la viera, ella queria salir de ahi, correr pero no queria hacerlo sola.

La loba dio vueltas hasta que topo con pared, gruño y de nuevo lo empujo para despues alejarse, ella no queria pelear, queria jugar con el, movia la cola y se movia de un lado a otro.

Estaba cada vez mas irritado por la presencia de la pequeña loba en su territorio. Levantó una de las enormes garras delanteras para darle un buen zarpazo y que por fin lo dejara en paz, pero un haz de luz lo distrajo... tenía un serio problema de atención (xD)

Daba justo en la pared contraria asi que el licántropo se acercó, gruñendo con curiosidad.

Cuando estuvo cerca, y sin saber muy bien porqué, soltó un fuerte aullido y dejó caer el zarpazo en la motita de luz, que originalmente iba para esa lobita que lo irritaba y que ahora dejaba un hoyo en la pared.

La loba se sentia ignorada y aburrida, me acerque y lo empuje de nuevo, gruñendole, queria jugar, ella era demasiado hiperactiva y destruir cosas no le llamaba la atencion en lo absoluto, cuando el se acerco a ella, ella rapidamente le lamio el hocico, definitivamente deseaba jugar y hacerlo enojar para ella era divertido.

El licantropó gruñó amenazador, pelando los dientes. Se alejó de ella, ignorandola antes de querer darle un golpe de nuevo.

Comenzó a caminar de un lado de otro de la sala, impaciente, irritado, queria salir. Comenzó a moverse mas rapido, atrapado en su propia histeria.

Soltó mas gruñidos y levantó la garra de nuevo, pero en vez de dirigirlo a la loba lo dirigió a si mismo, causandose un gimoteo de dolor que, despues se convirtio en un gruñido bajo de rabia para descargar de nuevo contra si mismo

La loba no podia soportar verlo hacerse daño, se acerco a la ventana y la empujo para poder salir de ahi, le gruño invitandolo a salir con ella, pero no lo espero se tiro afuera de la ventana, ahi disfrutando el aire fresco.