La luna llena en compañia

- R..em..us - repeti mas fuerte al escuchar que el lobo se lastimaba, no queria que hiciera eso, tentada a moverme y caminar hacia el, me levante un poco pero volvi a caer, esta vez desmayada, demasiado exhausta.

El lobo, en contra de su primer deseo, volvió a entrar a la habitación. Tenía una fea herida en el hocico, producto de sus propias garras, pero no parecía importarle demasiado.

Se acercó de nuevo, examinando con sus ojos, tan parecidos y a la vez tan diferentes a como eran en su parte humana, el cuerpo de la rubia. Gimoteó un poco y comenzo a empujarla levemente con su nariz pegada en la mejilla de ella

La conciencia que desarrollaba cuando tenía compañía le decía que debía despertarla para que recuperara el color. No entendía porque tenía que hacerlo, pero continuó untentando despertarla, ahora dando lenguetazos a su mejilla una y otra vez, mientras continuaba gimoteando patéticamente

Me movia lentamente al sentir algo humedo en mi rostro, hice una mueca, y gimotie de dolor al momento que intente moverme, asi que no lo hice de nuevo, abri mis ojos y lo mire, al lobo enfrente de mi rostro, no tuve miedo si no todo lo contrario, me perdi en los ojos del lobo, y supe que el era mi lobito - Lo..bi..to..- susurre despacio, casi inaudible para el oido humano, pero estaba segura que el me habia escuchado

-es..toy bien.. - lo cual no era completamente cierto, pero no queria que se sintiera mal, aunque tampoco sabia si el me entendia

Gruño un poco por lo bajo y dio un par de vueltas a su alrededor. El cuarto olía a sangre, entremezclado con el dulce olor de la joven que estaba ahí y eso comenzaba a dislocarlo.

Se acercó de nuevo para darle una lenguetada en el rostro, su sabor era casi tan dulce como su olor. Estaba confundido

Sonrei al sentir su lengua en mi rostro, no tenia miedo ni un poco, aunque sabia que si el me atacaba no tenia como defenderme, me movi un poco intentando acomodarme, pero solo logre jadear del dolor, aprete los puños, esa caida habia sido demasiado fuerte.

El lobo erizó el pelo cuando la oyó jadear. Gimoteó otro poco, pegando la nariz en la mejilla de la chica.

Se separó y comenzó a gruñir con mas fuerza, teniendo otro ataque de histeria tan comunes en un licántropo (?) Peló los dientes, ansioso, confundido, incómodo, con ojos violentos y gruñidos graves se pegó tremenda mordida e una de las patas delanteras

- No.. no ! - me levante y extire mi brazo hacia el hocico del lobo, no temia por mi vida, si no por el, a centimtros de su rostro, mi mano callo al piso y me quede ahi, de nuevo sin fuerzas, el dia empezaba pero ella estaba debil

El lobo gimoteó de nuevo, aun erizado. Estaba por acercarse de nuevo cuando algo lo detuvo. El día comenzaba a clarear y él se sentía extraño. Comenzó a respirar agitadamente y retrocedió, confundido, pegandose contra la pared.

Un alarido de dolor salió de su interior, mientras se aferraba a la madera tras él

Amanecia mientras estaba ahi demasiado cansada para levantarme, solo esperaba que el estuviera bien.

Un poderoso aullido surgió de su interior, mientras todos sus organos internos eran tironeados por una enorme fuerza. Gimiendo de dolor se dejó caer al piso, en cuarto puntos.

La luz comenzaba a colarse por las grietas de la casa, el licántropo clavó las uñas en la astillada madera mientras su espina dorsal y sus costillas se reacomodaban en su forma original, con alarmante velocidad.

El lastimero aullido retumbó por toda la casa

Me removi al escucharlo, intentando despertar, pero me era imposible, cualquiera que la viera con esa herida, y asi de palida la daria por muerta.

El pelo desapareció con rapidez, y las uñas se redujeron de tamaño. El licántropo ya no se sentía tan animal, su respiración agitada sonaba mas a humano...

Pude sentir, como si despertara de un sueño...aunque estoy seguro que un sueño no es tan doloroso. Apreté los ojos al finalizar mi trasformación, con mi respiración desbocada. Mi cuerpo, sin fuerzas, cayó sobre la madera, haciendome soltar un pequeño gemido de dolor.

Abrí los ojos lentamente, minutos despues y lo primero con lo que me topé en el límite de mi visión, a esa altura del suelo, fue un pie. Un pie que no era mío

Levanté mas la cabeza, aterrado. Pero mi corazón se desgarró de dolor cuando ví quien era la persona que estaba ahí, pálida y sin moverse, con una herida aun sangrante en un costado...parecía...

-Nathalie..- gemí con la voz empapada en dolor. No tenía fuerza para levantarme, asi que me arrastré hacia ella, a duras penas

Me sentia sumida en una pequeña habitacion a oscuras, su voz retumbo por toda ella y yo gritaba su nombre, queriendo encontrarlo, pero todo esto era una vision, algo que nadie quisiera vivir, por que estaba segura que eso anunciaba que estaba demasiado debil para nada.

Aterrado por la palidez de su rostro llegué arrastrandome a su lado. Toqué su frente con manos temblorosas, estaba fría

-No...-dije en un sollozo para mi. Tragué en seco, sientiendo mi pecho desgarrado. No por las heridas que me había auto-infligido, sino por la situación que vivía ahora- Nathalie...

Tomé su mano, buscandole pulso, completament horrorizado. Si ella...si yo...no, no podía siquiera concebir esa idea. Ella no podía estar muerta.

Un ahogado suspiro salió de mi alma cuando le encontré pulso, aunque era muy debil, lo que me desgarro de nuevo el pecho

-¿Puedes oírme?- pregunté en voz baja, mientras apretaba su mano

Su voz, me sacaba de ese lugar, me movi levemente, empezando o intentando despertar, no podia escucharlo asi de dolido, todo habia sido mi culpa.

Abri mis labios, intentando decir algo pero solo fue un jadeo de dolor el que se escucho.

Me acerqué mas a ella, tomandola entre mis brazos con delicadeza y acercandola a mi pecho, arañado y sangrante.

-¿Me oyes? Quedate conmigo, Nathalie...-pedí en un susurro, poniendo mi mano en la herida de su abdomen, tratando de detener la hemorragia- Te vas a poner bien

Si las palabras que había dicho eran traducidas, solo se hubieran escuchado gemidos de dolor, de dolor profundo, de ese que desgarra el alma.

Necesitaba la varita, pero estaba en el túnel ¿Como llegaría hasta ahí y regresaría si no tenía fuerzas ni para ponerme de pie? Pálido como cera, observé de nuevo su rostro

Me aferre a el, en respuesta a sus palabras, diciendole asi que lo oia y estaba aun ahi, jadie de nuevo y heche la cabeza hacia atras, el dolor aumentaba, la adrenalina se habia ido y podia sentirlo, una caida como esa que habia tenido era grave.

Tome aire, necesitaba hacerle entender que el no habia hecho nada, pero solo pude llamarle -lo..bi..to.. - susurre

Cerré mi garganta antes de que un alarido de dolor se me escapara por la manera en que me llamó, su voz era débil.

-Aquí estoy- dije quedamente, apretandola contra mí- Lo siento, lo siento tanto...¿Que te he hecho?...

Mis ojos se desbordaron sin que pudiera evitarlo, haciendo que saladas lágrimas recorrieran mis mejillas pálidas y cayeran por mi barbilla, haciendo que cayeran en su rostro

Negue el no me habia hecho nada - Pele..a.. de.. lobos.. - me aferre a el - mi..vari..ta.. esta arriba - le indique, ahi habia ropa para ambos y pociones para curar sus heridas y las mias.

Tomé aire quedamente, dejaría la culpa para después, ahora era mas importante atender a Nathalie. Debía intentarlo, no podía quedarme ahi sin hacer nada. Moví el rostro y lo froté contra mi hombro desnudo para secarlo

Luego, a duras penas, me incorporé con ella en mis brazos. Mis piernas me temblaban tanto que me recargue un segundo en la pared que me quedaba mas cerca.

Hice un esfuerzo sobrehumano para empezar a caminar, mientras su peso me guiaba hacia el piso. Di un par de malos pasos y estuve a punto de caerme varias veces, porque mis piernas aun temblaban sin control, pero conseguí llegar al pie de la escalera

Suspiré quedamente, aun no tenía color y el esfuerzo me hacia transpirar un poco, pero no me detuve. No podía, la llevaría hasta arriba

Me deje llevar - dejame.. puedo.. caminar.. - aunque sabia que no era cierto, no queria que el llevara mi peso

-No...-respondí negando con la cabeza. A mitad de la subida me recargué de nuevo en la pared, resporando agitadamente- Tu...relajate...Vale?

La miré con una media sonrisa antes de volver a ponerme en camino, subiendo paso a pasito hasta terminarla.

Una vez arriba caminé lentamente hacia la habitación donde nos habiamos entregado en cuerpo y alma la primera vez. Entré arrastrando los pies y la deposité lentamente en la cama

-¿Como estas?- pregunté con ansiedad, al momento en que mis piernas se doblaban y caía de rodillas junto a la cama

- Cansada.. - estaba soportando el dolor, se esta volviendo ligeramente insportable, pero no me quejaria no lo haria, cuando me recosto le mire - te amo.. Remus.. -le dije mientras acariciaba su mejilla - fue mi culpa.. no te sientas culpable.. si?