¿Qué hago yo aquí? {Roxanne} ~

-Oh si, porque me iba a parar en la entrada a la sala común de Hufflepuff a gritar tu nombre para después decirte que estaba boracha y haciendo el ridículo frente a James, Sirius y Remus -musitó sarcástica.

-Pues... En realidad fue idea de Alice, estábamos mal por las cosas que han pasado entre los merodeadores y nosotras, queríamos despejarnos y divertirnos un poco. Pero nos pasamos un poco y... Bueno -murmura.

-Suertuda tú -murmura algo enfurruñada. Abre la boca de par en par cuando ve su guiño y se cruza de brazos. -¿Qué insinuas? -musita, entrecerrando los ojos.

Sí, su amiga podía llegar a ser muy directa. -No creo que volvamos a hablarnos -murmura cruzándose de brazos, un poco incómoda con el giro que había tomado la conversación.

-Él está dolido por el reto del beso, según Black, y yo no es precisamente que ande brincando por los pasillos feliz -murmura, dejando salir un leve suspiro.

-Yo si veo otra razón. Me irás a decir que es poco probable pero no deja de ser imposible. ¿Cuál ha sido el más grande reto de Potter? Tenerme. Una vez que lo besé en el Gran Comedor ese reto se fue a la basura, porque lo había conseguido, me tenía en cierta forma. Así que, ¿para qué seguir siendo amable? No habían razones ya -explica, intentando convencerse ante esa posibilidad, cuando en realidad esperaba que no fuese esa. El simple hecho de pensarlo le dolía.

-Pero no era la reacción. Vale, no pido que fuera precisamente un sueño, no. Pero por lo menos ser menos brusco. Dime, ¿cómo se sentiría él si viniese a besarme y después de eso yo le tratara mal y lo despreciara? ¿No se sentiría mal? Lo que me irrita es que todos piensan en el sufrimiento de James Potter, pero nadie piensa en como se sintió la boba de Lily Evans al ver como era despreciada al instante, al descubrir que... el chico que le gusta la trataba así -murmuró. La última frase la dijo en voz muy baja, aún no estaba preparada para admitirlo a los cuatro vientos.

Parpadeó varias veces, evitando que unas silenciosas lágrimas se escaparan de sus ojos verdes, más oscuros de lo normal. No le importó que estuviesen en un lugar peligroso, le devolvió el abrazo a Roxanne, necesitaba a alguien que la entendiera. Sinceramente, Alice y ella eran las mejores personas que había conocido.
-Sí, a ella le pasa algo parecido. No, déjalo así, igual tampoco te escucharán, a todos solo le importa el sufrimiento de James Potter -murmuró con voz algo dolida.

Quería permanecer más tiempo abrazada a ella, pues se sentía segura, pero sabía de su condición, y precisamente eso no se lo hacía fácil para su autocontrol. Se separó de ella y unas lágrimas cayeron, no pudieron quedarse allí, en sus ojos verdes, sino que decidieron explorar un mayor terreno.
-Sí. A ella le tocó un reto parecido y pues Sirius no se portó de la mejor forma posible -murmuró, sus situaciones eran muy idénticas. -Pero solo a ustedes, aunque con eso me basta. No sabes lo malo que es aguantar todo el día a los Slytherins, burlándose de como me rechazaron, y a eso hay que sumarle su estúpido club de fans -musita, un tanto furiosa, y dolida sobre todo.

-Alice está destrozada... ¡No comía! Estaba muy flaca y además casi no sociabilizaba con las personas... Te juro que ganas de partirle la cara a Black no me faltan -murmura, apretando los puños.

-No es necesario Rox, ya me acostumbrare. Un motivo más por el cual molestarme, no hará mucha diferencia -se encoge de hombros, tratando de parecer indiferente, pero no se le daba mentir.

-No no, por suerte ya come. Está más animada que antes, está tratando de ser la misma de siempre. Eso lo admiro en ella, es capaz de salir adelante, con dificultades, pero sale adelante -sonrió de lado al recordar a su amiga. -No Rox, no vale la pena. Además, solo queda un año y un poco más, solo tengo que acostumbrarme, s todo -se encoge de hombros, leve.

-Sí, supongo que sí. Igual aún sigo buscándolo -murmura sonriendo de medio lado, melancólica. -Mejor, déjalos quietos, solo un año más y podré estar tranquila -murmura.