Una vez que se durmió la abracé de nuevo contra mi. Estaba siendo tentado a quedarme dormido también, puesto que apenas habia dormido la noche anterior y era un hecho que no podía descansar mientras estaba en la Casa de los Gritos, ni de noche ni de día.
Cerré los ojos y continué con mi lucha interior un rato hasta quedarme dormido también